cuando me conociste yo ya era esto
me sobresaltan los golpecitos súbitos de objetos contra vidrios
yo ya calculaba en ciclos de nacimiento de larvas
la duración de la ternura
cuando me conociste no era verano
no viste de mí el sudor ni la desnudez
sólo la lluvia
sólo el agua caerme por adentro de las pupilas
los dedos como tenazas, las orejas como antenas
un veneno sin cuerpo
yo era, porque siempre fui
un apéndice de héroe
¿quién no ama a un héroe?
apéndice de héroe, una espada que se extirpa
respiro bajo el agua con la rabia de branquias
cada vida es un espejo completo de la humanidad
donde reflejar esta herida abierta
y la humanidad entera con sus millones de manos
toma un cuchillo para cortarse aquí mismo
sobre el pecho
la humanidad entera, millones de ojos
enmudecidos
no podremos hablar de lo que hemos hecho
llevamos el tajo
sobre el pecho, enmudecimos
cuál de todos los reflejos puede mostrarme de vuelta
los cuerpos de las criaturas bajo mis manos
correr por un pasillo de vidrios oscuros
hasta que no aparezca la silueta, sino piernas diminutas
pestañas microscópicas
la herencia de la tierra
ser la propia tierra
abrazarte tanto tanto
confundir la quietud con el abandono más profundo