Panorama:
En los principios del pensamiento filosófico occidental la poesía fue el formato elegido para expresar distintos puntos de vista sobre temas como: la naturaleza, el alma, política y varios etc, etc. Para luego quedar al costado de la expresión de la filosofía. Vista ya como un género literario, la poesía llega hasta incluso a quedar casi al margen de la literatura. Y extendiéndome más en esta línea de la poesía marginada, al día de hoy la lectura poética no es muy difundida.
En la poesía china de la Dinastía Tang (618-907 DC), trazando un paralelismo con occidente, tenemos una tradición que seguía espejando su pensamiento en el relato poético como una de sus formas fundamentales.
Muchas de sus obras fueron hechas para presentarse en formato canción; los autores, bajo formas reguladas —incluso estatalmente— volcaban temáticas atravesadas por la contemplación del paisaje, el silencio de los monasterios, la vida después de un cargo estatal, la amistad, los horrores y honores de la guerra, la desigualdad, la exuberante vida de los políticos chinos.
En la coyuntura, el Estado Chino gozaba de una expansión económica enorme. Lo cual permitió el desarrollo de diversas áreas culturales. Los escritores llegaban a la capital Chang’an, con la ilusión de un nombramiento oficial, honor y reconocimiento.
La importancia de la expresión en el formato poético, no solo era tomada como un acto artístico, se daba la curiosidad de que en los exámenes para funcionario se exigía una composición poética. Para poner en palabras poéticas lo que vengo contando, en el poeta Wang Wei encontramos un ejemplo; un poema dirigido al magistrado Lu:
Enviado al magistrado Li, de Tzu-Chou
Desde las diez mil cañadas del monte
los árboles se confunden con el cielo
Desde un millar de oteros
las chotacabras hacen su reclamo.
En la profundidad de las colinas,
continuamente descienden
desde la copa de los árboles
centenares de riachuelos.
Donde ocupas un cargo, las damas Han
pagan su tributo con telas de Tung,
mientras los hombres de Pa se querellan
por sus plantaciones de patatas.
Wen, un anciano en tierra extraña
enseñaba al pueblo:
No te atreves a seguir las huellas
de los hombres de antaño?
La mayoría del material poético que nos llega a latinoamérica de la poesía China en general, sufre un doble salto del lenguaje. Viene traducido al español, pero previamente pasó por el inglés. Por ahora solo conozco una excepción a la regla, y es que el escritor Argentino Miguel Ángel Petrecca , que vivió un tiempo en China, realizó una selección y traducción de poetas chinos contemporáneos, la cual fue editada por la editorial Gog y Magog. Es bastante difícil conseguirla.
Otra cosa que me causó curiosidad, para nosotrxs los que desconocemos el lenguaje chino, es la musicalidad que se pierde en la transcripción de los poemas. Tomo unas palabras del poeta Daniel Durand —que está dando unos talleres sobre poetas chinos contemporáneos, muy recomendable— “solo nos quedamos con el cuento” y es así. En los poemas que nos llegan, solo abarcamos un acercamiento semántico a los poemas, y siendo la poesía un género muy cercano a la música, gran parte de la sonoridad del poema termina perdiéndose.
Busqué en youtube interpretaciones de los poemas y la mayoría están grabadas como canciones, acompañadas por un laúd (personaje que aparece en varios poemas), y una voz que los relata. Muy hermosos para la escucha.
Pasemos a la poesía.
- Li Po
De los más reconocidos, se le atribuyó el título de “El Dios de los Versos”. Fuera de cualquier relación con el Estado, pasó su vida de viaje por China. Su producción poética fue extensa, se suponen una cantidad de más de veinte mil poemas de su autoría de los cuales solo quedaron accesibles mil ochocientos. Las primeras traducciones traídas a occidente fueron realizadas por Ezra Pound, tomadas de versiones japonesas. Gran bebedor de vino.
En El Templo de la Cumbre
Es de noche. Dormiré en el templo
de la cima del Monte Sagrado.
Desde allí podré tocar las estrellas
si levanto las manos.
Con este silencio no me atrevo a elevar la voz
porque temo despertar a los habitantes
del Cielo.
Una Tarde Veraniega en las Montañas
Sentado en un verde bosque, reposo
con la camisa abierta.
Agito suavemente un abanico
de blancas plumas.
Me quito el sombrero y lo cuelgo
de un saliente de una roca.
La brisa se desplaza desde los pinos
hasta mi cabeza cubierta.
El Vino
Si la vida es un gran sueño,
¿Para qué sufrir? Yo bebo todo el día
y cuando me embriago, duermo junto a las columnas.
Despierto con el sol
y oigo cantar entre las flores a un pájaro oculto
¿Qué hora será?
Los cantos del ruiseñor los propaga el viento.
Me encuentro emocionado,
pero me sirvo otra copa,
y canto como los pájaros.
Cuando se acerca la noche y el sol se esconde,
se marchita mi canto.
De nuevo he vuelto a perder
la noción de lo que me rodea.
- Tu Fu
Tuvo una vida complicada. Logró diversos puestos en la administración del estado chino, y la anécdota más conocida, en ese ámbito, es la insurrección que sucedió en la capital Chang’ an, obligándolo a tener que exiliarse. A partir de ese momento tuvo una vida muy precaria. Su obra poética era novedosa para la época, y en su contemporáneo no logró el reconocimiento que si se daría luego de su muerte, tanto en su tierra natal como en Japón.
Eligiendo Cinturones
Cuando elijas cinturones elige el más largo.
Cuando elijas flechas, elige la más fuerte.
Cuando quieras matar a un hombre, primero mata su caballo.
Cuando cojas prisioneros, primero a los capitanes.
Hay un límite para la matanza de los hombres.
Un pueblo debe tener fronteras y atenerse a ellas.
Es suficiente con mantener alejados a los enemigos.
No tiene sentido tantos heridos, tantos muertos.
Perlas
Entonces llegó un hombre de los mares del sur
que traía perlas.
Perlas con caracteres secretos
en los más profundo,
y a medida que me sumergía en ellas,
lágrimas de sangre parecía que abrazaba,
lágrimas por la pena que las había penetrado,
como lágrimas de nuestros campesinos
cargados de impuestos hasta morir,
sin que nadie por ellos sienta piedad.
Canción
Quisiera tener miles y miles
de maravillosas mansiones
para dar cobijo y alegría a todos los pobres del mundo
y liberarlos del frío y de la lluvia.
Si yo tuviera todos estos edificios
aunque se derrumbara mi choza
y yo me congelara,
¡Qué feliz moriría!
- Wang Wei
Poeta, pintor, músico. Secretario de gobierno. Multifacético, si bien de sus pinturas no se conserva ningún original tuvo una gran influencia en generaciones posteriores. “Su poesía es pintura, su pintura poesía”. Luego del fallecimiento de su esposa, dejó su cargo estatal y se retiró a un templo budista, en donde escribió la mayor parte de su obra.
El Parque de los Ciervos
Una colina vacía y ningún hombre.
Solamente oigo el eco de algunas voces.
En la profundidad del bosque se refleja una luz
que penetra en los tupidos bosques
y brilla sobre los azulados musgos.
Mi Retiro en el Monte Chung-Nan
En la edad madura
encontré el camino
y decidí construir una casa
al pie de esta montaña.
Cuando mi espíritu me embarga
paseo en solitario.
En medio de la belleza
que los demás no encuentran
sigo caminando hasta donde el agua
obstruye el sendero.
Luego me siento y contemplo
que las nubes ascienden:
En el sendero del bosque
por casualidad encuentro a un
viejo leñador y hablamos y reímos.
Ya no pienso regresar.
De Mañana
La flor del melocotón es roja
y todavía se mantiene la lluvia nocturna.
Los sauces reverdecieron
con la neblina de la primavera.
Los pétalos caídos no han sido
barridos aún por los criados.
Se escucha el canto de las oropéndolas. El invitado
duerme aún.
Las versiones de los poemas son los traducidos por C.G Moral*
Muy pero muy interesante esta nota. Los poemas bellísimos. Gracias!
Comments are closed.