En el año 2015, al comenzar un curso de composición de música electrónica, me propuse llevar a cabo una idea acerca de lograr una integración entre la historia de la música, la actualidad tecnológica en cuanto a performance musical y la arquitectura, con la participación de todo el curso y de sus profesores a la par.

Nace así esta experiencia que junto con el colega docente y artista sonoro Roberto Massoni denominamos “Según pasan los siglos”: Se trata de un concierto con tecnología interactiva desde plantillas de software de creación propia, uso de dispositivos de juego “joystick” resignificados como instrumentos musicales – procesadores sonoros, dirección musical en vivo, sonido cuadrafónico y la integración de la música antigua con la música electrónica contemporánea.

El espacio físico elegido fue una iglesia, como testigo inmutable de gran parte de la historia de la música y como recinto espacial con aprovechables características acústicas para lo que fue realizar un concierto en vivo de estas características. Más allá de su aspecto musical, pensamos el proyecto como una experiencia pedagógica y de integración tangible entre el contenido del curso y su puesta en práctica en una situación real donde lo aprendido tomara forma de experiencia práctica: ¿Qué mejor para un curso de composición que componer una obra de manera colectiva, presentarla en vivo en una experiencia novedosa y desafiante, y contar con la participación escénica conjunta tanto de alumnos como de profesores? Decidimos entonces hacer una convocatoria, y entre los participantes pudimos contar con un curioso e inquieto alumno de música electrónica de 85 años de edad, quien tuvo así su debut como performer sonoro.

No fue fácil resolver el modo de presentar el proyecto en una iglesia. Música electrónica, joysticks, procesos en tiempo real de sonido. ¿Cómo explicar todo eso a un cura, y cómo hacer que se interese en el proyecto? Tuvimos la gran suerte de encontrarnos con personal muy atento y abierto a una experiencia no convencional en San Pablo Apóstol, imponente templo religioso ubicado en el corazón del barrio bonaerense Chacarita, que cuenta con una acústica acorde a nuestros fines a partir de sus tres naves amplias y alto techo, lo que permitiría al concierto desarrollarse con un gran nivel de calidad sonora y visual.

Parroquia San Pablo Apostol.

Respecto a los trabajos mancomunados entre profesores y estudiantes, es sabido que existen situaciones de abuso donde docentes utilizan a sus alumnos como mano de obra cuasi-gratuita para sus proyectos ególatras y personalistas. 

Nuestra filosofía respecto al concierto consistió en generar una experiencia integrada, con roles claros pues de otro modo sería muy difícil llevar a cabo un proyecto de este grado de complejidad, pero donde cada integrante cumpla con una función importante en el total resultante y así crear un sentido real de pertenencia. Al respecto, otra decisión que tomamos los docentes es repartir el dinero cobrado en partes iguales en el grupo por completo, dado que el esfuerzo tanto en puesta del cuerpo, como en carga de equipos, pruebas de sonido y registro, fue de todos los integrantes del grupo, que tomaron esta experiencia con un gran compromiso por llevar adelante la experiencia. Finalmente, hemos cuidado que todos los integrantes sean mencionados y mostrados en el material de difusión y de registro.

En lo que respecta al aspecto espacial del sonido, se planeó compositivamente para parlantes alrededor de la audiencia (criterio “surround”), con una lógica tridimensional en base al recinto espacial que supone una iglesia. De este modo, la obra se integra conceptual y físicamente con el lugar donde es tocada, salteando además el clásico planteo de puesta sonora de línea recta ocupando un espacio audiovisual bidimensional. Es decir, tomar el espacio arquitectónico, aprovechar sus profundidades, sus posibles recorridos, su aporte al color y al espacio del sonido, ofrecer la posibilidad de percibir sonidos provenientes desde distintos puntos espaciales, integrándose a la composición y al planteo global y conceptual de la obra.

“Según pasan los siglos” busca hacer dialogar música antigua de diferentes períodos con la música electrónica contemporánea desde diferentes aspectos: El timbre, la armonía, la mezcla, la rítmica, la textura y la performance, utilizando para ello tecnología interactiva simple y de creación propia.

El aspecto tecnológico consiste en utilizar computadoras portátiles para los músicos, cada cual con una plantilla de software que actúa de receptora de los movimientos y presiones de un joystick estándar que los músicos manejan de manera cómoda y ergonómica, recibiendo indicaciones de un director a modo orquesta en versión contemporánea, acorde a la era digital. Se busca que los músicos generen y procesen la música en el momento, de modo similar a como lo haría un músico de instrumento acústico pero pensado desde la tecnología digital, evitando cierto prejuicio existente -y muchas veces cierto-  acerca de que los músicos electrónicos se limitan a “poner play”. En todo caso, aquí no ocurrirá eso. El software utilizado es de creación propia y de libre descarga y uso en las páginas de Internet de los directores.

La disposición ideada para la orquesta digital es la siguiente: Uno de los docentes cumple el rol de director, que se dirige a cuatro músicos con joysticks y a un músico con sintetizador y Theremin, instrumento que funciona por acercamiento y alejamiento de la mano, por la propia electricidad que acumula el cuerpo humano. El segundo docente se encarga de tomar el sonido total resultante y procesarlo en tiempo real con su software en su computadora portátil. La comunicación entre el director y los músicos se realiza por un sistema de señas también de creación propia, y que se utiliza para cada una de las acciones performáticas de generación y procesamiento sobre los diferentes sonidos, así como cambios de escena-sección que también se asignaron a botones del dispositivo joystick.

Entonces, finalmente los estudiantes se hallan tocando y procesando la música, creándola en el momento, de modo similar a como lo haría un músico de instrumento acústico pero pensado desde la tecnología digital contemporánea, evitando cierto prejuicio existente (que muchas veces es cierto) acerca de que los músicos electrónicos se limitan a “oprimir play”. En todo caso, aquí no ocurre eso.

Luego de varios ensayos, visitas a la iglesia para pruebas acústicas y etapas de programación de software que permitieron ponerlo a prueba en las distintas situaciones planteadas, la obra finalmente estuvo lista para su estreno. 

Las experiencias –el recorrido previo y la presentación- fueron de aprendizaje y crecimiento tanto en alumnos como en profesores, desde lo técnico, desde lo pedagógico y desde la dinámica grupal.

La performance se ofreció a un público heterogéneo, donde se encontraban alumnos escolares a quienes luego se les enseñó acerca de como el joystick que utilizan para jugar se puede resignificar en instrumento musical. También hubo vecinos del barrio que fueron testigos de un uso no común para su cotidiana iglesia en la cual normalmente acuden a actos religiosos, curiosos que observaban sin entender tanto la llegada como el armado escénico, directivos, personal y parientes. Creemos que el arte contemporáneo y tecnológico debe buscar públicos frescos, nuevos, y no limitarse a cierta idea y concepción elitista que existe sobre el mismo. Consideramos que todo el público tiene derecho a apreciar y a realizar arte tecnológico contemporáneo, y por ello también los dos creadores de este proyecto somos partidarios del software libre y compartido, y del armado de interfaces sencillas, económicas y con elementos cotidianos para el trabajo interactivo en escena.

Desde lo que es la forma musical, generamos un orden cronológico tomando los períodos musicales históricos como referencia para cada sección de la obra:
-Período Medieval 1: Canto monódico (Canto Gregoriano)
-Período Medieval 2:Canto polifónico temprano (Organum, Conductus)
-Período Medieval 3: Motete medieval
-Período Renacentista 1: Motete renacentista
-Período Renacentista 2: Madrigal renacentista
-Período barroco 1:Bach
-Período barroco 2: Vivaldi
-Período barroco 3: Haendel
-Período barroco final
-preclásico: Scarlatti
-Final de la obra (coda): Diálogo entre las diferentes etapas

Puesta en Práctica de la Obra.

Luego de una prolongada audición y selección, se procedió a cortar fragmentos de audio de las obras históricas. Estos fragmentos se repartieron entre los músicos para ser cargados, ejecutados y procesados con diferentes herramientas de transformación sonora durante la obra, que los tornaron irreconocibles en muchos casos.Aprovechando tanto las palancas como los botones del joystick, cada músico es capaz tanto de disparar sonidos así como de procesarlos sin necesidad de mirar la pantalla de la computadora ni el joystick, lo que permite un contacto visual pleno con el director para poder recibir y ejecutar sus indicaciones, por lo tanto, mayor compromiso y presencia en escena. El sistema de señas incluye algunas tradicionales de la dirección orquestal, así como otras específicamente hechas para cada acción sobre el joystick, generando una integración también en este aspecto entre lo tradicional y lo digital.

Tenemos entonces:
– Señas para tocar un sonido: Dedos del director indicando números del uno al cuatro, que corresponden a cada uno de los cuatro botones circulares del joystick, asignados a diferentes sonidos en cada músico.
– Seña para detener un sonido: Puño cerrándose en círculo, similar al gesto tradicional.
– Señas para agregar efectos : Puños extendidos, que pueden elevarse, descender, o moverse en lateral, en posición analógica con las palancas del joystick. De este modo, siendo dos palancas y utilizando cada sentido de movimiento, obtenemos un total de ocho efectos de sonido en el momento.
– Señas para subir y bajar la intensidad sonora (crescendo-decrescendo): Maños en ascenso y descenso, similar a los utilizados en orquestas tradicionales. Se maneja con los botones frontales derechos del joystick
– Seña para cambiar la velocidad (tempo): Generando círculos con el dedo, similar al gesto tradicional. Corresponde a los botones frontales izquierdos del joystick. 
– Señas para cambiar de escena musical: Gesto de pulsación hacia abajo, que corresponde con la pulsación de la palanca derecha del joystick en caso de ascender de escena y palanca izquierda para volver a la escena anterior. Cada escena renueva por completo los sonidos y procesos sonoros asignados en la programación, lo que permite una gran flexibilidad y una gran cantidad de posibilidades escénicas con tan solo este simple dispositivo.

Director en acción. (Fabián Kesler)

Intervención Electrónica.

La resignificación de las obras del pasado, en cuanto a la intervención electrónica, se realizan de varios modos: Agregado de procesos sonoros como ser reverberación extra, granulación sonora, batimentos sonoros entre varias fuentes, ecos a diferentes intervalos temporales, filtrados sobre diferentes zonas del espectro sonoro, cambios de velocidad de lectura, cruzamientos tímbricos entre los sonidos utilizados, etcétera. Por otro lado, los sonidos del pasado dialogan con las texturas de sintetizador y Theremin que son ejecutadas por uno de los músicos, habiendo tenido el correspondiente cuidado en cuanto a modos armónicos utilizados, velocidad y complemento textural en la mixtura resultante (fondo-figura, contrapunto, heterofonía, entre otras). Y finalmente, existe otra instancia que es la captura de todo el material que es pasado por la plantilla personal de procesamientos y agregados tímbricos del docente Roberto Massoni, con lo cual finalmente obtenemos una paleta final muy rica en posibilidades tímbricas, armónicas y texturales que son aprovechadas a lo largo de la obra.

Plantillas de Software.

Para lo que es la interpretación y resignificación en instrumento musical del dispositivo joystick, se ha utilizado el software Max MSP. He programado previamente plantillas para joystick en diferentes emprendimientos artístico-tecnológicos en los que he participado como ser SPEAK (Laboratorio-taller de performance y danza multimedial e interactiva, junto a Alejandra Ceriani, Dante Saez y Fabricio Costa), LABORATORIO AKASICO (Cine intervenido y recreado en tiempo real, junto al artista visual Lavoisier) y LAPTORK (Primera orquesta de computadoras latinoamericana, junto a Esteban Insinger), entre otros. Max MSP permite exportar las programaciones en programa autónomo para diferentes plataformas, lo que permite que cualquier persona, sepa o no programación, tenga o no el programa Max MSP, pueda aprovechar sus beneficios. Roberto Massoni programó su plantilla de procesamiento sonoro en tiempo real con el software Pure Data, utilizando parte de su serie de plantillas llamada PROCESO.

A futuro, se puede presentar la performance de dos maneras diferentes: A modo concierto, donde el público se encuentra sentado de modo tradicional, y a modo instalación viva, donde el público transita por el recinto de forma libre, realizando su propia mezcla espacial y dinámica alrededor de los músicos.

Para este último caso, el paneo, es decir la posición espacial de los sonidos, es hecha en tiempo real por el público a medida que transita, pues cada uno decidirá qué tan cerca de uno o de otro músico se va ubicando, obteniéndose así una percepción espacial dinámica y personal.

Otro aspecto que también puede incluir una nueva versión de esta obra es considerar los períodos siguientes, o tomar un solo período, incluso un solo género musical y trabajarlo en detalle. Se puede también tomar en cuenta la opción de realizar el concierto con músicos invitados, incluir otras disciplinas como la danza, el video, la iluminación, la escultura, y también la posibilidad de aprovechar otro tipo de recintos no convencionales.

Si bien este tipo de emprendimientos suele tener inconvenientes y retrasos técnicos que requieren varios estadíos de pruebas y contrapruebas, trabajo intensivo de programación y composición, sumado a la poca referencia tanto práctica como teórica dada su novedad, el esfuerzo sin duda aporta una experiencia particular y la satisfacción de haber terminado un proyecto que apuesta por el riesgo, situado además en una línea espacio-temporal histórica contemporánea  y que artistas y científicos curiosos necesitan llevar a cabo por propia necesidad interior de evolucionar y realizar un aporte personal de cierta significancia a la escena actual.

Han participado de esta experiencia las siguientes personas:
-Sonido cuadrafónico: Hilow -Personal docente y eclesiástico de la Parroquia San Pablo Apóstol -Músicos: Ignacio Colautti, Máximo Timochenko, Alexei Belikow, Juan Alvarez, Emiliano Trevissoi.
-Docentes directores del proyecto: Roberto Massoni y Fabián Kesler.
Agradecimiento especial a Escuela Sónica por las instalaciones para los ensayos.

Resumen y ejecución de la obra.