Ver caer la hoja de tu mano con los talones en la intimidad de la fiebre aferrarme a otra mano cualquiera vestida de niña apache mientras la luz se vacía en Panamá memorizar la voz de la carne beber de una azalea tardía dejar que el aliento del cordero certifique nuestro árbol despojar a este otoño de su fauno. Te oigo cavar te oigo cantar tu territorio mientras bendigo la uva el exceso de musgo de algunas horas el bosque de leche que apacigua mi vientre. *** Lejos de esta raíz heredada de esta estirpe de un solo vestido del árbol torcido entregando sus hojas guardo el dominio de un cielo en verde sin ti soy el perro más feo del mundo y la estrategia del predicador es el pan de esta patria enajenada yo que soy de agua me acomodo al paisaje con sus ocres y su huella suspendida dejo pasar a los otros sonámbulos me pacifico en la memoria de tus ojos tratando de alcanzar la carretera el vuelo errado de este noviembre preludio de otra casa derramada en la nieve. *** Como la herida habla para curar y la sangre memoriza el vacío de la carne tú te llamas tierra en mí hacia mí crece la palabra donde soy sin ti la noche con su hermandad mezquina es el talento de esta casa de agua no tengo cuerpo no hay más trajes no tengo el sonido sobre el que inclinarme. *** Va terminando el sueño ya no podré ser tu gemela en la Lisboa secreta del triste creo que el mundo empezó ayer que se deshace como una gardenia de plástico en un horno de gas. Todo lo que amo se balancea en una brizna de hierba.