Adelanto del nuevo poemario de Emiliano Campos Medina
El 19 de julio de 1924 el gobernador de Chaco bajo la presidencia de Torcuato de Alvear, Fernando Canteno, autorizó la incursión punitiva de un grupo de tareas conformado por la policía local, funcionarios y terratenientes, sobre la población Qom y Moqoit de la reducción Napalpí. Con la finalidad de enviar un mensaje de escarnio sobre las comunidades originarias que se encontraban en proceso de huelga, por las inhumanas condiciones de vivienda y semi esclavitud en las que se los obligaba a trabajar, se llevó a cabo la llamada Masacre de Napalpí. Previamente a la matanza, un avión biplano denominado Chaco 2 sobrevoló la reducción lanzando caramelos, con la misión de facilitar la concentración de la población que corrió a recogerlos. Luego de esto abrieron fuego y entraron a los machetazos. Aproximadamente 400 cadáveres de hombres, mujeres y niños Qom y Mocoit quedaron abandonados en el paraje. Posteriormente se obligó a la población originaria sobreviviente a llevar puesto un brazalete blanco en el brazo, señal de buena conducta y docilidad frente a los estancieros y el poder estatal.
Oración
En los pasillos del Louvre
madonnas del Renacimiento
expulsan de su pecho
un chorro
de leche salvífica
de la que nace
la vía láctea.
A la madrecita del Impenetrable
la pintarán
con una bandada de cuervos
que le brota del pezón.
Uno abierto hacia la noche
otro cerrado
hacia el fin de los días.
Copo de sangre
que se quita con el pliegue
de la camisa.
Madrecita,
cuándo terminará la miseria
el éxodo de tus hijos
sobre el suelo extenuado
del Gran Chaco.
…………………….
Sobre los huesos
de abuelos y tíos
creció el ramaje.
El escarabajo hizo su casa
en las cuencas
de los ojos de una niña.
Se extinguieron
los cantos sagrados,
la tierra se abrió,
el sol se volvió negro.
Dicen que los arbustos
del Impenetrable
copiaron la forma de sus cuerpitos
crepitando en las llamas.
La naturaleza muestra
lo que los hombres
sepultaron en la historia.
Napalpí quiere decir
Tierra de los muertos
Los blancos preparan los fusiles Winchester, el aeroplano, los machetes, el lenguaje con el que titularán los diarios al día siguiente de la masacre.
Las ancianas cantaban mientras caían,
recuerda Enriqueta
que tenía seis años
cuando las nubes
se apartaron sobre Napalpí
para dejar caer ráfagas de muerte.
Los chamanes confiaban
en la gracia de los espíritus,
pero los dioses
dieron vuelta sus rostros
y el algodón sin cosechar
se tiñó
del color de los atardeceres.
Una sobreviviente que ronda los 100 años devora puñados de tierra así como dicen que hizo la hija de la cacica Dominga, la que salvó su cuerpo de la servidumbre. Los chamanes maldicen a sus dioses huidos, los que desoyeron los ruegos de Napalpí.
Quedaron a la intemperie,
su hermano, las tías, los abuelos.
Durante los días que permanecieron
escondidos en el bosque,
se alimentaban
con el agua de las raíces
Mientras con voz de plegaria
invocaban la respuesta
de los seres ancestrales.
¿Quién se ocupará ahora
de enterrar a los muertos?
Cuando llueve el impenetrable adquiere toda la potencia de su significante. El suelo se transforma en un lodazal de arena y barro. La tierra es capaz de devorar la mitad de un vehículo. Si la tormenta ocurre cuando uno se dirige hacia algún lugar no queda más opción que permanecer ahí, hasta que el aguacero cese y la tierra vuelva a secarse.
Las madres wichi
evitan el contacto visual
sus ojos se desplazan
en otro tiempo
que no es hoy ni mañana.
Cuando balbuceo
mis palabras de gringo
simplemente asienten
sin dirigirme la mirada
como quién escucha un grillo raspar
las patas entre los arbustos,
o ve pasar
la hoja suelta de un árbol.
Unos niños me hacen ronda,
hablan la lengua de los pájaros.
Tampoco de ellos
obtengo respuesta a las preguntas
estoy solo
en mi lenguaje
de colonos y de muerte.