ESTATUAS
La mujer mendiga con un bebé a upa. Su brazo tendido. Desde lejos parecen estatuas. Hasta los ojos. Fijos e inmóviles. De piedra los de ella, de lluvia triste los de él.
Escuálidos, flacos, tendidos a la sombra. El sol alumbra la vereda de enfrente y alguien le deja unos pesos en el suelo.
La miseria ayuda a lavar conciencias de una ciudad hundida en sus esqueletos de cemento.
Un policía la obliga a irse. Ella intenta explicar. El la empuja para que camine.
Se perdieron en la esquina.
La ciudad los tragó en la boca de una de sus calles.
Muy bueno!
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