Pienso en la palabra Mojave
Escribo la palabra Mojave
inevitablemente pienso en una asamblea de plumas
en caballos pintados de carrera rápida
en una noche adicta a lo pétreo
en un desierto que no avisa
en un sediento que no sabe de qué devoción vino su sed.
Pienso en Mojave
como en un perro pacificado en tus pies
mientras te toco
como se toca el equilibrio del sueño
la impredecible química del insomnio.
La disciplina del nardo
Yo soy el cuervo
el ala oscura y el brillo
la mujer buena con pistola
la mujer mala que amasa el pan
esa que no llora
porque llorar es para el tango y la cebolla
esa que ríe en pijama de rayas
y hace altares de la fiebre
que la memoria desdice con prisa.
Yo soy tu cuervo y tu cierva
el quebrantahuesos que vigila desde las azoteas
si fuera un país
no tendría bandera ni moneda
tendría bosques de leche
mamando de la playa de las infancias
mis bestias
pacerían con su locura apaciguada en el vientre
saldrías al mundo
sin la muerte apretada en los ojos
pondría nombre a las piedras
a las horas que se van sin dueño
a los perros apartados
a las putas que sueñan con amores domésticos.
Si fuera un país
sería un país de cuervos y tango
de cebolla y lencería alegre en la alambrada
de mujeres desgarbadas en pijama de rayas
mi olor tendría la disciplina del nardo.